mil imagenes: July 2008

Recién llegadita de Cuenca, sin haber deshecho aun las maletas, y ya tenía ganas de ver todas las fotos. La verdad es que me he quedado ''prendada'' de esta ciudad. No diré (aun) que es la más bonita pues no las he visto todas (de nuevo aun), pero, de momento, sí puedo decir que es la que más encanto tiene de entre las vistas. Sus calles, sus pasadizos, sus escaleras, sus miradores, su arquitectura..todo. Por supuesto hablo todo el rato del casco antiguo, que es bastante grande. Es un laberito precioso donde perderse. Reconozco que me ha costado trabajo recordar de un día para otro los callejones. Imposible.

La Catedral, de estilo Gótico, es digna de ver, con sus imponetes y tétricas caras que te vigilan por todas partes. Tiene el mérito de ser la primera catedral gótica de Castilla. No tengo fotos de su interior, pues estaba prohibido, pero es igual de interesante.

De obligada visita fue la Ciudad Encantada. Es un lugar mágico donde debes ir acompañada siempre de tu imaginación (la mía siempre me acompaña). Caras, animales, barcos, lugares, puentes..una ciudad...pero en donde se entremezclan toda clase de habitantes, desde osos hasta los amantes de Teruel. Eso sí, no cometed mi fallo y entrad con una botella de agua, pues acabé, después de tanto andar, deshidratada.

A unos 50 Km. adentrándonos más en la serranía de Cuenca encontramos el Nacimiento del Rio Cuervo. Es bonito de ver, sí, lo que pasa que reconozco que desde que estuve en el Monasterio de Piedra, hay pocos nacimientos que me impacten más. Es un recorrido por la naturaleza sencillo y tranquilo.

Y a la vuelta, parada en el Ventano del Diablo, que, haciendo honor a su nombre, en cuanto bajamos el pie del coche nos calló una mini tormenta que obligó a todo el mundo a refugiarse. Duró 2 minutos, también hay que decirlo, pero mi poco entusiasmo por las alturas hizo que me quedara sin asomarme.

Dejamos para el final pero no por ello menos atractivo, la visita a las Casas Colgadas (que no colgantes) y el Puente de San Pablo. Dos cosas impresionantes de ver. Casas colgadas sólo quedan tres y, por lo visto, en su época, bordeaban toda la Hoz de Huécar y eran de uso particular. Ahora son un restaurante y el Museo de Arte Abstracto.

Al igual que he vetado algunos lugares, estoy segura que a Cuenca volveré. Igual hasta repita en Los Rascacielos, pues hemos estado a 30 metros de la Plaza Mayor y en pleno centro.

Me ha faltado ''catar'' la noche más, y por lo visto debe de ser de mi agrado.

Los Rascacielos.