Verano 2008Y conforme pasan los años, los días son cada vez más rápidos, con lo que, las tres semanas que tengo de vacaciones, se convierten casi sin más, en un par de días (al menos esa es la impresión que me da a mí). Ayy, cuanto echo de menos aquellos veranos que duraban dos meses....y para más inri, estos poquitos días hay que repartirlos entre estar con la familia, ver a viejos amigos, hacer las rutas obligadas del verano, atender a ciertos compromisos inevitables...jo...
Este que ha terminado, y digo terminado por que ya sólo me quedan por disfrutar fines de semana y alguna que otra tarde que pueda escaparme, ha sido...mmm...cómo decirlo..''inusual''. Pocas fiestas, mucho estrés, alguna que otra sorpresa, menos fotos que otros años. Que no digo que haya sido malo, (en esta tierra nunca), sino que me ha sabido a poco.
Ahora, el tiempo que hemos estado
junt@s, se ha disfrutado al máximo.
Casi que empezamos con cena obligada en casa de Maria, para aprovechar, como todos los años, que la casa estaba sola, y, vuelvo a decir, como todos los años, que faltó Lambrusco. Si es que no aprendemos!! En la teoría puedo parecer una borracha, pero en la práctica se demuestra que no lo soy.



Esta fotito es un pequeño homenaje a cierto 23 de agosto de hace ya dos años, donde Cris y yo conocimos a muuucha gente (incluido el Alquimia) y donde toda esa gente conoció parte de nuestra historia.


¿puede haber vista más bonita para tres ferroviarias?

Esta noche, a diferencia de hace ya unos cuantos años, ningún ''abuelo'' subió a reñirnos, a quitarnos de las terrazas o a pegarle ningún zapatillazo a los chicos. Esto de hacerse mayor tiene algunas ventajas.
Con la excusa del trabajo hicimos una pequeña escapada a Cartagena. Vamos, a pagar peaje que no es barato.