El viernes pasado tuve la suerte de poder ver la obra Esperanto-te, de Gabriel Córdoba.

 

Gracias a la pequeña niña de cabellos rizados, entré sin saber qué me iba a encontrar, esperándome una comedia, por supuesto. Bien, ya que no soy crítico de cine ni teatro, mi opinión es que se acerca más al drama que a la comedia, pero con "toque Gabi".

 

Siempre y cuando una obra o película o canción consiga llegarme adentro, de una manera u otra, con un sentimiento u otro, me parece una gran obra o película o canción. Y sí, Esperanto-te me caló. Entendí y compartí el sentimiento de Fran, al menos durante la mayor parte de la hora y poquito que duró; y llegué a odiar a Louis. Sí.

 

Pero, lo que más me gustó de la obra es que, en un momento concreto, tras escuchar, te paras a pensar y a pensar, hasta que ves a los personajes de otra manera.

 

Si tenéis la oportunidad de ir a verla, hacedlo.

 

Un diez para los protagonistas, para el autor y para el director.

 

 

PD: llegué a evadirme, con los ojos cerrados...hasta explotar en risa.