Tuesday, November 18, 2008

Hola ¿qué tal?,

Este fin de semana pasado estuve en Barcelona; fui a visitar a una buena amiga que vive allí y ya de paso volver a ver esta ciudad que tantos recuerdos me trae de mi infancia.

Llegué muy tarde, de noche, pero allí estaba ella como una campeona, esperándome en la estación de Sants (pocas horas que he pasado allí, madre mía!). Fué super bonito el encuentro, a parte de que la ví muy guapa, que alegría. Llevaba mucho tiempo sin verle sus dorados rizos, así que me gustó mucho verla con su pelo suelto.

En el viaje a casa yo, como no, estaba acompañada de mi amigo el miedo, pero ella, a la que yo también tenía por miedosa, se movía por las calles oscuras y vacias de la ciudad como pez en el agua. Lo hace todo la confianza, me decía ella, y llevaba razón.

Por fin vi la casa donde vive. Es un pequeño apartamento, con todo lo necesario y muy céntrico, en la parada de Joanic. Además, el barrio tiene de todo, tiendas, bares, teatros, parques...tiene más cosas que el pueblecito donde vivo yo, jeje.

Una cerveza y buena conversación.

Al día siguiente nos levantamos con bastante energía, pues quedaban muchas cosas por hacer. Esa mañana visitamos el Parque Güell y la Sagrada Familia, sitios obligados.

El Parque Güell me encantó, es muy, muy original. Columnas desiguales, estructuras imposibles, miradores de ensueño, y encima adornado por vendedores ambulantes y mimos. Me embobaron una pareja de argentinos que estaban muy quietos, como estatuas hasta que le echabas una moneda y cantaban fragmentos de tangos. Precioso. Merecía hacer un pequeño alto en el camino para verlos y oirlos. Luego se quedaban en otra posición hasta la próxima moneda.

La Sagrada Familia no la vimos por dentro, aunque son de los pocos monumentos que verlos por fuera te lleva mucho tiempo. Es imposible percatarte de cada uno de los detalles, imposible. Esperaremos para, de momento, el 2025 para entrar.

Por la tarde, y para terminar el día gaudisiano, visitamos la casa Batlló. Muy bonita también. Pero, ¿qué mania le tenía este hombre a las líneas rectas? no había ni una sola parte en toda la casa donde dejar la cámara apoyada! Los colores, las formas, los detalles...todo de ensueño. Debe ser precioso verla un día soleado (nosotras fuimos por la tarde), se deben proyectar colores por todo el interior de la casa.

Y para terminar ese día, visita al Teatreneu a ver los monólogos de Gabriel Córdoba y David Barragán. Gabriel es el hermano de mi amiga Delia. Estuvieron muy bien, aunque Gabi me dijo que no fué de las mejores actuaciones. Yo me reía a carcajadas. Esa noche conocí a unos cuantos amigos con lo que sale Delia, Cris, una chica preciosa y encantadora, un terremoto. A Carlos, Rober, June, y alguna que otra más de la que no recuerdo el nombre (sorry). Para cerrar ese día, cervecitas, más conversación y a casa.

El sábado fue el mejor día de todos. Por la mañana paseo por el Barrio Gótico; callecitas oscuras y estrechas llenas de comercios; la Catedral, de los siglos XIII - XV, preciosa. Por dentro es alucinante, a al menos a mi me lo pareció, ya que me encantan todas esas construcciones góticas. Además, conseguí que Delia entrara, ya que es un poco miedosa con las iglesias (la verdad es que hay imágenes que parecen reales y te acechan). Pero entró. Un tanto a su favor.

Seguimos callejeando, de un lado para otro, hasta que llegamos al callejón donde aguarda el Museo de cera. Eso sí que da miedo. Espero que para la siguiente visita nos envalentonemos y, aunque sea con una copita en el cuerpo, lleguemos a entrar. Pues bien, en el mismo callejón está el Bosc de la Fades, un lugar del que Delia me había hablado mucho y del cual ella no es muy asidua. Pero claro, tanto hablarme de él....yo tenía que entrar. Así que, a esperar y a pensar en un plan que me llevara a ello. Hay que tener paciencia siempre. Así que, como en ese momento no entramos y el hambre iba haciendo de las suyas, fuimos caminando bajo el solecito al ''bar del champán'', pues la verdad es que creo que no tiene nombre. Podríamos bautizarlo como ''el mejor bar de Barcelona''. Estaba a reventar, pero más todavía, no te lo imaginas; le dije a Delia que en cuanto se desocupara un huequecito, todo iría mejor; y así sucedió. En cuanto tuvimos nuestro espacio, botella de rosado y dos bocatas de pan payés de sobrasada con queso.........mmm.............cómo explicarlo............imposible, debes ir, simplemente.

Al final cayeron dos bocatas por barba y una botella entera, que si no hubiera sido por la cantidad de gente y lo dificil que era pedir, nos hubieramos tomado una copita más, fresquita. Es un bar al que mis padres me llevaban alguna vez, hace mucho tiempo, y del que lo recuerdo tal y como sigue ahora. Es lo bueno de algunos sitios, que al no cambiar siguen manteniendo ese encanto que los hace únicos.

Imagínate, champán y el sol de las 3.30 h de la tarde. Paseito por el puerto y tontuna encima. Ese era el momento de lanzarme sobre mi víctima y hacerle una encerrona en el Bosc de las Fades. Y entramos.....Es un lugar mágico (por eso puede dar miedo a ciertas personas). Es un lugar propio de un sueño, con árboles, ramas que salen de todos sitios, duendes y hadas que te vigilan, seres extraños de los que se desconfía, espacios algo...mmm...extraños, música de cuento. Es el bar más original que he visto nunca, pero pasar una noche allí, solo, debe ser algo movida, seguro.

Y vuelvo a decir, pero entró. La tia se tragó una vez más su miedo y pa'lante. Qué pasa, que el trato se alargó algo más, y me vendí por un gintónic; vamos, que ella entraba a cambio de tomarme con ella luego una copa. Yo. Una copa. Traicionando mis principios. Pero, y ya lo dije una vez a alguien, soy una persona de ley, y cumplo mis promesas.

El camino del Bos de las Fades a casa se alargó con un par de tiendas, y, oh, otro descubriemiento que me ha dejado enganchada y sin posibilidades. El frapuchino de caramelo de Starbucks. Por favor, aun recuerdo su sabor y su textura. Necesito uno, uno más. Fué un momento delicioso. Nuestros pies burbujeaban de dolor, el frio calaba nuestra espalda pero no podiamos pedir nada calentito, lo cual nos hubiera agradecido nuestros cuerpo. Necesitábamos un frapuchino. El que tenga oportunidad que lo pruebe, pero si vives en Murcia estás perdido, pues no los hay.

Así que llegó la hora de cumplir mi promesa. Recogimos a Cris, nos hicimos con las provisiones necesarias, y a casa. Pizza, sandwiches, patatas fritas, gintónic y scene-it. Todo perfecto. Una noche muy divertida, y para mi sorpresa, no me sentaron nada mal, pero ahí acabó mi pequeña etapa como bebedora.

Ya, el último día, para aprovechar las horas de la mañana que nos quedaban, visitamos el Pueblo Español. Un pequeño museo de la arquitectura española, donde recorrimos un barrio blanco de Andalucía, plazas aragonesas, un monasterío románico y muchas más cosas que no conocía.

Comida y a Sants de nuevo, para hacer el viaje de vuelta juntas. Por supuesto sobra decir que me recorrí todos los alrededores de la estación buscando un Starbucks, pero nada. Volví al banco donde aguardaba Delia con las manos vacías. Nuestro gozo en un pozo.

Fue un fin de semana perfecto. Seguimos casi al pie de la letra el planning, hasta la última frase, que cumplimos como dos caballeros. Quizás, al final del trayecto, el viaje se nos hizo un tanto pesado. Nos abrazó la deseperación, pero todo pasa. Todo.

Pues este ha sido mi viaje a Barcelona. Tengo que repetir, pues quedaron en el tintero miles de cosas por hacer. Es una ciudad maravillosa. Y ya tengo ganas de volver a ver a Delia, que se portó como una excelente guía y como una amiga aun mejor.

Espero no haberte aburrido mucho con la carta tan larga, pero a veces empiezo y me cuesta parar. Escríbeme pronto; tengo ganas de saber de tí.

Un beso muy fuerte y cuídate.

mc

PD: Ahí te envío unas cuantas fotos que no hacen justicia a lo bien que me lo pasé.





Parque Güell






Sagrada Familia



Casa Batlló







La Pedrera
Teatreneu

Catedral


Barrio Gótico


Bar del champán
Puerto




El Bosc de las Fades

Museo de cera
La Boquería
Las Ramblas
Frapuchino


En casa


Poble Espanyol





En el tren




1 comment:

Anonymous said...

Pero q bonica q eres!!!
Me has hecho llorar! pero claro.....eso no es nuevo!!!!
Fin de semana perfecto con la amiga perfecta.
Me ha encantado la última foto, los del alrededor se quedarían flipados!
Cuidate mucho cuqui, nos vemos en Navidad! Un beso gigante.