DIARIO DE ABORDO

5 de junio de 2010

Primera parada: aeropuerto de Bilbao.

El vuelo en general bien, si omitimos el miedo del despegue y los cambio de presión que siguen sin gustarme y agradeciendo enormemente a la señora que ha ido dándome conversación todo el tiempo para que dejara de pensar en el vuelo.

Con la sensación de que me voy a alejar mucho de mi gente, de mi familia, de mi casa, de mi entorno...es diferente ir de vacaciones, pues siempre se va con la compañía elegida; esta vez ni siquiera se quién es mi compañía. Es duro.

Yo entiendo a la gente que no tiene miedos; la entiendo, la envidio, pero no la comparto, aunque es lo que me gustaría. No la comparto porque no consigo lograrlo yo.

Ya he pasado el primero de los seis vuelos que tengo por delante. Van en aumento: una hora y poco, dos horas el siguiente y el reto: casi once horas. Aun no sé cómo lo voy a hacer.

Diréis que no soy valiente, pero si que me lo considero, ya que voy a enfrentarme a uno de mis grandes temores: volar. Y os aseguro que, a pesar de las mil recomendaciones que me han hecho, no voy a recurrir a ninguna pastilla para que me de sueño, aunque he de confesar que si supiera exactamente el efecto que me iba a hacer, no tendría reparo en tomármela, pero...ni la tengo ni creo que sea el momento para probarlo.

Y ahora, en la habitación del hotel, pensando en si debería dormir para estar en condiciones a las 6 de la mañana, o pasar la noche e vela para que durante el día de mañana consiga dormir. Aun me debato en ello.

En fin...

Ahí van las únicas fotillos que mi ánimo me ha dejado echar.

PD: Deseando volver ya....